7 curiosidades de Trafalgar Square, Londres.
Trafalgar Square es sin dudas la plaza más importante de Londres. Es el mayor punto neurálgico, ya que en ella se realizan la mayoría de los actos públicos, ya sean festejos, manifestaciones o protestas.
La plaza lleva su nombre desde 1830 en homenaje a la victoria inglesa contra las tropas francesas y españolas que tuvo lugar el 21 de octubre de 1805 en la costa de Cabo Trafalgar, en el sur de España.
Prácticamente no hay quien visite la ciudad y no pase al menos una vez por ella. Ya sea por la plaza en sí, o porque actúa de antesala para la pinacoteca más grande del Reino Unido, y una de las más importantes del mundo: La National Gallery.
Pero, Trafalgar tiene varios detalles que a veces pueden pasarnos desapercibidos y que no muchos saben.
1. Punto cero
Como fue dicho, Trafalgar es posiblemente el principal punto de referencia de Londres. Pero también es literalmente el punto “cero” de la ciudad. Esto se debe a que frente a la plaza se encuentra Charing Cross, el lugar oficial de donde parten todas las mediciones de distancias. A la vez, hasta la actualidad siguen habiendo algunas legislaciones que toman este lugar como referencia para indicar la distancia hasta donde tienen vigor determinadas leyes.
Este lugar lleva su nombre en honor a la reina Isabel de Castilla, que estaba casada con el rey inglés Eduardo I. En 1290, ante la muerte de la reina en Lincolnshire, al norte de Londres, Eduardo decidió realizar un cortejo fúnebre colocando una cruz en cada lugar que se detengan. Fueron un total de doce las que se colocaron, siendo la última la de Charing Cross.
La cruz original se destruyó, y una copia se encuentra muy cerca, en la estación de ferrocarril de Charing Cross. En cambio, en el sitio actualmente hay una estatua de Carlos I que actúa de “mojón cero”, y junto a él una pequeña placa que recuerda ese sitio como el lugar donde estaba la cruz.
2. Los leones de la estatua de Nelson
En el centro de la plaza, un monumento constituido por una columna de 52 metros homenajea al vicealmirante Horatio Nelson, quien comandó la batalla de Trafalgar.
Rodeándola hay cuatro leones hechos con el metal fundido de los cañones tomados de los barcos de la armada Francesa-española. Los leones fueron encargados de diseñar al pintor Edwin Landseer quien era especialista en retratar animales. Pero el pequeño detalle es que Landseer no era escultor, ni tampoco había visto un león en su vida. Es por eso que, como le resultaba muy difícil el encargo escultórico, aprovechó la muerte de uno de los leones del zoológico de Londres para copiarlo. El problema es que el cuerpo del león se descompuso antes de terminar el diseño y Landseer debió finalizar su obra improvisando un poco. Se dice que si uno lo mira en detalle, los leones tienen un cuerpo más similar a un perro o un gato, ya que estos habrían sido sus modelos.
3. Las fuentes
Aparte de Nelson y sus leones, la otra decoración que llama la atención son las dos fuentes en el centro de la plaza. Estas son muy bonitas por las estatuas de sirenas, tritones y delfines que tiran agua, pero en realidad cumplen una doble función: Decorativas por un lado, y por el otro reducen la superficie total de la plaza.
Como Trafalgar es el lugar donde se realizaban y aún hoy se realizan la mayoría de las manifestaciones y protestas de la ciudad, buscaron con las fuentes reducir la superficie por donde caminar para intentar que no entren tantas personas.
A su vez, las fuentes tienen que vigilarse continuamente, principalmente para días de festejo como “año nuevo”, ya que son muchos los que intentan desafiar a la ley metiéndose al agua. Esos días las fuentes pueden llegar a encontrarse rodeadas de vallas y policías.
4. Estatua de George Washington
Junto a la National Gallery hay diferentes estatuas. una de estas, en particular está dedicada al primer presidente de Estados Unidos y padre de la patria George Washington.
Esta fue un regalo del estado de Virginia, donde nació y murió Washington. Por lo cual, ante el buen gesto decidieron colocarla en un lugar relevante.
El problema es que el presidente norteamericano luchó justamente contra el Reino Unido, consiguiendo independizarse de ellos, y prometió que nunca iba a poner un pie en suelo Británico. Por ende, al colocarla en Londres estarían incumpliendo con su deseo.
Es por eso que para solucionar el problema se decidió traer varias toneladas de tierra estadounidense y montar la estatua arriba. De esta forma Washington sigue sin pisar suelo Británico.
5. El cuarto pedestal
Al momento de diseñar la plaza, crearon cuatro pedestales en para colocar en cada una de las esquinas diferentes estatuas. Tres de estos van a ser completados con figuras importantes para la Nación. Pero según se dice, se quedaron sin fondos para la cuarta, quedando un pedestal vacío. Lo curioso es que durante 150 años no apareció el dinero y a nadie pareció importarle tener incompleta la plaza principal de la ciudad.
Finalmente, en 1999 la Real Sociedad de las Artes creó el proyecto “El cuarto pedestal”, decidiendo ocupar ese lugar con diferentes obras de arte contemporáneo. Estas cambiadas cada determinado tiempo, y pueden ser de lo más inesperadas. En ese lugar hubo un gallo de color azul, el barco de Nelson dentro de una botella, un chico sobre un caballo de madera, e incluso una estatua de David Beckham
6. la oficina de policía más pequeña del mundo
Si se presta atención, se notará que uno de los faroles de la plaza es distinto. El bloque que sirve de base a la farola está hueco, y tiene una puerta. Este lugar fue construido en 1926 para permitir a la policía metropolitana tener un puesto desde donde controlar las manifestaciones que tenían lugar en la plaza.
Esta tiene pequeñas ventanas que antiguamente eran espejadas para mirar que ocurría en la plaza y poseía un teléfono con línea directa a Scotland Yard para pedir refuerzos en caso de emergencia. Aparte de esto, el oficial que se encontraba de guardia podía hacer que la luz de la farola parpadee para alertar a los demás policías que se encuentren por la zona.
Hoy en día, la farola no es más usada para esto. Y desde los años 70 solo la utilizan los empleados de limpieza para guardar sus materiales. Pero mientras se encontró en funcionamiento ostentó el récord de ser la oficina de policía más pequeña del mundo.
7. Semáforos LGBT
En el año 2016, como Trafalgar Square es el punto de finalización del “Pride”, la marcha del orgullo gay en Londres, decidieron cambiar las señalizaciones de peatones de los semáforos que rodean la plaza. En reemplazo de los clásicos símbolos colocaron otros con por ejemplo, dos hombres o dos mujeres de la manos, símbolos del género masculino, femenino y transexual, u otras referencias a la comunidad LGBT.
La plaza lleva su nombre desde 1830 en homenaje a la victoria inglesa contra las tropas francesas y españolas que tuvo lugar el 21 de octubre de 1805 en la costa de Cabo Trafalgar, en el sur de España.
Prácticamente no hay quien visite la ciudad y no pase al menos una vez por ella. Ya sea por la plaza en sí, o porque actúa de antesala para la pinacoteca más grande del Reino Unido, y una de las más importantes del mundo: La National Gallery.
Pero, Trafalgar tiene varios detalles que a veces pueden pasarnos desapercibidos y que no muchos saben.
1. Punto cero
Como fue dicho, Trafalgar es posiblemente el principal punto de referencia de Londres. Pero también es literalmente el punto “cero” de la ciudad. Esto se debe a que frente a la plaza se encuentra Charing Cross, el lugar oficial de donde parten todas las mediciones de distancias. A la vez, hasta la actualidad siguen habiendo algunas legislaciones que toman este lugar como referencia para indicar la distancia hasta donde tienen vigor determinadas leyes.
Este lugar lleva su nombre en honor a la reina Isabel de Castilla, que estaba casada con el rey inglés Eduardo I. En 1290, ante la muerte de la reina en Lincolnshire, al norte de Londres, Eduardo decidió realizar un cortejo fúnebre colocando una cruz en cada lugar que se detengan. Fueron un total de doce las que se colocaron, siendo la última la de Charing Cross.
La cruz original se destruyó, y una copia se encuentra muy cerca, en la estación de ferrocarril de Charing Cross. En cambio, en el sitio actualmente hay una estatua de Carlos I que actúa de “mojón cero”, y junto a él una pequeña placa que recuerda ese sitio como el lugar donde estaba la cruz.
2. Los leones de la estatua de Nelson
En el centro de la plaza, un monumento constituido por una columna de 52 metros homenajea al vicealmirante Horatio Nelson, quien comandó la batalla de Trafalgar.
Rodeándola hay cuatro leones hechos con el metal fundido de los cañones tomados de los barcos de la armada Francesa-española. Los leones fueron encargados de diseñar al pintor Edwin Landseer quien era especialista en retratar animales. Pero el pequeño detalle es que Landseer no era escultor, ni tampoco había visto un león en su vida. Es por eso que, como le resultaba muy difícil el encargo escultórico, aprovechó la muerte de uno de los leones del zoológico de Londres para copiarlo. El problema es que el cuerpo del león se descompuso antes de terminar el diseño y Landseer debió finalizar su obra improvisando un poco. Se dice que si uno lo mira en detalle, los leones tienen un cuerpo más similar a un perro o un gato, ya que estos habrían sido sus modelos.
3. Las fuentes
Aparte de Nelson y sus leones, la otra decoración que llama la atención son las dos fuentes en el centro de la plaza. Estas son muy bonitas por las estatuas de sirenas, tritones y delfines que tiran agua, pero en realidad cumplen una doble función: Decorativas por un lado, y por el otro reducen la superficie total de la plaza.
Como Trafalgar es el lugar donde se realizaban y aún hoy se realizan la mayoría de las manifestaciones y protestas de la ciudad, buscaron con las fuentes reducir la superficie por donde caminar para intentar que no entren tantas personas.
A su vez, las fuentes tienen que vigilarse continuamente, principalmente para días de festejo como “año nuevo”, ya que son muchos los que intentan desafiar a la ley metiéndose al agua. Esos días las fuentes pueden llegar a encontrarse rodeadas de vallas y policías.
4. Estatua de George Washington
Junto a la National Gallery hay diferentes estatuas. una de estas, en particular está dedicada al primer presidente de Estados Unidos y padre de la patria George Washington.
Esta fue un regalo del estado de Virginia, donde nació y murió Washington. Por lo cual, ante el buen gesto decidieron colocarla en un lugar relevante.
El problema es que el presidente norteamericano luchó justamente contra el Reino Unido, consiguiendo independizarse de ellos, y prometió que nunca iba a poner un pie en suelo Británico. Por ende, al colocarla en Londres estarían incumpliendo con su deseo.
Es por eso que para solucionar el problema se decidió traer varias toneladas de tierra estadounidense y montar la estatua arriba. De esta forma Washington sigue sin pisar suelo Británico.
5. El cuarto pedestal
Al momento de diseñar la plaza, crearon cuatro pedestales en para colocar en cada una de las esquinas diferentes estatuas. Tres de estos van a ser completados con figuras importantes para la Nación. Pero según se dice, se quedaron sin fondos para la cuarta, quedando un pedestal vacío. Lo curioso es que durante 150 años no apareció el dinero y a nadie pareció importarle tener incompleta la plaza principal de la ciudad.
Finalmente, en 1999 la Real Sociedad de las Artes creó el proyecto “El cuarto pedestal”, decidiendo ocupar ese lugar con diferentes obras de arte contemporáneo. Estas cambiadas cada determinado tiempo, y pueden ser de lo más inesperadas. En ese lugar hubo un gallo de color azul, el barco de Nelson dentro de una botella, un chico sobre un caballo de madera, e incluso una estatua de David Beckham
6. la oficina de policía más pequeña del mundo
Si se presta atención, se notará que uno de los faroles de la plaza es distinto. El bloque que sirve de base a la farola está hueco, y tiene una puerta. Este lugar fue construido en 1926 para permitir a la policía metropolitana tener un puesto desde donde controlar las manifestaciones que tenían lugar en la plaza.
Esta tiene pequeñas ventanas que antiguamente eran espejadas para mirar que ocurría en la plaza y poseía un teléfono con línea directa a Scotland Yard para pedir refuerzos en caso de emergencia. Aparte de esto, el oficial que se encontraba de guardia podía hacer que la luz de la farola parpadee para alertar a los demás policías que se encuentren por la zona.
Hoy en día, la farola no es más usada para esto. Y desde los años 70 solo la utilizan los empleados de limpieza para guardar sus materiales. Pero mientras se encontró en funcionamiento ostentó el récord de ser la oficina de policía más pequeña del mundo.
7. Semáforos LGBT
En el año 2016, como Trafalgar Square es el punto de finalización del “Pride”, la marcha del orgullo gay en Londres, decidieron cambiar las señalizaciones de peatones de los semáforos que rodean la plaza. En reemplazo de los clásicos símbolos colocaron otros con por ejemplo, dos hombres o dos mujeres de la manos, símbolos del género masculino, femenino y transexual, u otras referencias a la comunidad LGBT.
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