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Venecia: Historia y arquitectura

Posiblemente Venecia sea una de las ciudades más conocidas del planeta. Difícilmente haya demasiadas personas en el mundo que no sepan de ella. 


También es una de las ciudades más visitadas del mundo. Donde no falta quienes la visitan atraídos por sus canales y las famosas góndolas. Aunque muchas veces la complejidad de esta ciudad, queda oculta o pasa desapercibida al turista. La cual es en sí misma una increíble obra arquitectónica y de ingeniería, y donde lo más fascinante no es solo algun pequeño detalle, sino de manera integral como fue construida la ciudad. 

Al mismo tiempo, resulta interesante cómo un pueblo que habitaba una zona de difícil conexión y teniendo que lidiar continuamente con el peligro de quedar sumergidos bajo el agua, logró desarrollar una ciudad así y convertirla en una potencia económica que aún hoy, pasados sus días de glorias es digna de admiración. 

Venecia es todo aquello que los miles de visitantes que la recorren diariamente pueden ver, y más también. Por eso, para poder comprender a Venecia, hay que remontarse a sus inicios.

Nacimiento y desarrollo de la ciudad

La historia de Venecia comenzó en el año 421 d.c. con pobladores de la actual región italiana de Veneto huyendo del decadente Imperio Romano que estaba cayendo en manos de los “Bárbaros”. 

Entre los invasores se encontraban los pueblos germánicos que vivían al norte del Imperio Romano y un ejército proveniente de Oriente, los Hunos, comandados por Atila, quien podría decirse que con su invasión colaboró en la fundación de Venecia. 


Estos pobladores que huían empezaron a instalarse en las islas de la laguna que actualmente lleva el nombre de la ciudad. Hasta ese momento, las mismas se encontraban habitadas solo por un puñado de personas que vivían en palafitos (modo como se denomina a las casas construidas sobre el agua o en zonas de crecidas, y montadas sobre pilares de madera para darles altura) y subsistían a través de la pesca y la extracción de sal. 

Aquellos que buscaban refugio en estas islas las eligieron por las características geográficas de la zona, ya que este resultaba un sitio muy bien protegido de los ataques de los pueblos que se encontraban invadiendo la región.

La elección del terreno, a pesar de lo complejo que volvería la vida diaria, fue un gran acierto porque efectivamente lograron mantenerse a salvo de las invasiones, y quienes osaban intentarlo generalmente fracasaban.

Una de las primeras islas en poblarse se considera que fue la actual Torcello, que se ubica en el noreste de la laguna, no conectada con puentes al resto de la ciudad. Torcello jugó un rol importante en la antigua República de Venecia, pero luego del siglo XII, por cambios geográficos que la afectaron, se fue despoblando. Al día de hoy solo quedan alrededor de 10 habitantes permanentes.

Como muchos pueblos del mundo que viven rodeados de agua, los venecianos adaptaron su modo de vida a las vicisitudes del terreno buscando en el agua un aliado y no un enemigo. Es por ello buscaron desarrollar una economía a través de la pesca como su principal fuente de alimento y los barcos su medio de transporte. Es así como se volcarían al comercio por medio de la navegación, con el único medio de transporte que los comunicaba con el resto del mundo.




Fueron hábiles navegando y comerciando, aunque también en la política, ya que supieron ser aliados de quienes les convenía y enemigos de quien no. 

Es por esto que ayudados por el hecho que el Imperio Romano de Occidente (del cual formaban parte) se encontraba desmoronándose y con las ventajas que ofrecía su ubicación, Venecia pudo desarrollarse y progresar.

Pero cuando el Imperio Romano de Occidente cayó, se aliaron al de Oriente, aunque manejandose con la relativa independencia que le permitía su ya reiteradamente mencionada ubicación. 

Sus alianzas en Oriente le permitieron ampliar sus dominios a esa región, llegando a dominar islas como Chipre y Creta. Y por ejemplo, en la arquitectura de la Basílica de San Marco puede verse la influencia Árabe/Bizantina. 

Pero esto no queda ahí, porque cuando también se empezó a debilitar el Imperio Romano de Oriente, poco a poco fueron obteniendo autonomía hasta llegar a ser una república independiente.

En el plano político, en tiempos donde los reyes y señores feudales eran autoridades absolutas, en Venecia, contaban con un sistema organizativo donde su gobernante era el dux o dogo. Pero que contaba con un consejo, el cual limitaba el poder del máximo gobernante.

Su sede de gobierno era el Palacio Ducal, ubicado en plaza San Marcos, el corazón de la ciudad.




En una República marítima como Venecia, el Dux tenía el Bucintoro, una majestuosa barca que funcionaba como salón para recibir embajadores, y una vez al año, se conmemoraba el día de la Sensa, donde el Dux celebraba la unión de Venecia con el mar. Esta celebración sigue siendo un ritual que realizan los venecianos cada año.

Arquitectura

La ciudad de Venecia tiene una particularidad que la hace prácticamente única: Esta radica en que Venecia no es una sola isla, sino un archipiélago de 124 islas en una laguna de agua salada pegada al mar.

Por las características propias de la zona, la ciudad no nació con un único centro urbano sino que cada grupo de pobladores que llegaba desarrollaba su isla y la dotaba principalmente con una iglesia, un “campo” (o plaza) y uno o dos pozos de agua. Es por esto que Venecia por ejemplo cuenta con tantas iglesias.

Cuando la población y urbanización de las islas comenzó a crecer, también empezaron a unificarse los distintos islotes que la conforman. Una prueba de esto es que se encuentra conectada por alrededor de 350 puentes que unen las distintas islas, y muchos fueron realizados de manera oblicua ya que las calles de ambos lados no coinciden. 


Aunque el secreto de cómo fue levantada la ciudad, se encuentra fuera del alcance de nuestra vista, varios metros bajo tierra. A la hora de construir, optaron por un singular método: no lo hicieron directamente sobre las islas, sino que primero realizaban una base con estacas de madera para darle firmeza al terreno, luego montaban una capa de madera o piedra, y finalmente en la parte superior comenzaban a construir el edificio. 


Como la vida veneciana estaba completamente orientada a sus actividades mercantiles, la mayoría de las casas que se ubican junto a los canales tenían todas una estructura similar que se puede notar hasta el día de hoy, aunque ya no se utilicen del mismo modo. En estas, la fachada y puerta de entrada principal es la que mira al canal, para así poder ingresar con las barcas. La planta baja funcionaba de depósito de las actividades mercantiles, y en los pisos superiores se encontraban las viviendas. 

Sus famosos canales son tambien parte de un recurso arquitectónico. Si bien hay muchos de ellos que son naturales, otros artificiales, construidos para distribuir el agua del mejor modo posible y a su vez fortalecer las bases de las islas. 


A su vez, las calles de asfalto casi no existen. La ciudad se encuentra unida al resto de Italia a través del Puente de la Libertad. El cual permite el acceso de trenes, que arriban a la estación de Venezia Santa Lucia, y vehículos, que solo pueden llegar hasta Piazzale Roma, un sector asfaltado cercano al Puente.  

El transporte interno es a pie y en barco, ni siquiera las bicicletas están permitidas. Los vaporetos son los barcos que funcionan de autobuses, conectando distintos puntos de la ciudad. Aunque históricamente, las famosas góndolas, hoy utilizadas exclusivamente para el turismo, eran las que funcionaban como barcas de transporte y para eventos especiales como funerales. 

La historia de la góndola también es única, ya que este tipo de construcción se distingue por ser completamente artesanal y estar reglamentado: Todas se construyen y reparan en alguno de los pocos squero (astilleros) de la ciudad, y deben ser exactamente iguales. Están construidas con ocho tipos de madera distintos distribuidos en 280 piezas. Y también es de destacar la pieza de hierro que se encuentra en la proa: Esta está compuesta por seis dientes que representan los distritos de Venecia, más uno invertido en alusión a la isla de la Giudecca. El arco superior representa el sombrero del dux, el antiguo gobernante de la ex república. Entre el diente superior y el arco, un semicírculo representa el puente de rialto. Finalmente, la forma de letra “S” que tiene este ornamento es alusivo al Canal Grande, el flujo de agua principal de Venecia.





Aparte de estas peculiaridades, también la isla guarda inmensas riquezas culturales, ya sea en la arquitectura de sus glamorosos palacios e iglesias, como en el arte pictórico y escultórico. Esta riqueza cultural es el producto de un pasado con una gran riqueza económica. 

Un claro ejemplo del nivel arquitectónico desarrollado por la ciudad es la basílica de San Marco, construida para alojar los supuestos restos del Apóstol San Marcos, los cuales fueron tomados de Alejandría (Egipto) por dos comerciantes venecianos que lo llevaron a la ciudad como ofrenda al Dux. 

San Marco inicialmente funcionaba como iglesia privada del gobernante, pero posteriormente comenzó a abrirse hasta convertirse en Basílica. En ella es posible observar la influencia árabe/bizantina producto de las relaciones de Venecia con el Imperio Romano de Oriente, con Capital en Constantinopla, actual Estambul (Turquía).




Poseer los restos del apóstol no era un detalle insignificante. Para Venecia significó prestigio y reconocimiento. Esto se debe a que a partir de este hecho se constituyó la ciudad como una sede episcopal independiente. Por lo tanto, al crecer el poder religioso, también significó aumentar el poder general de la ciudad.

Acqua Alta

A pesar de la gran maravilla arquitectónica que representa Venecia, a la ciudad cada vez se le hace más difícil lidiar con el agua.

Un primer problema es que por el hecho de encontrarse sobre el agua (para colmo salada) Venecia es muy vulnerable a la humedad y las complicaciones que trae aparejadas. Los Venecianos incorporaron diversos métodos para mejorar la resistencia al agua, aunque hasta la actualidad sigue siendo un dolor de cabeza y constantemente se buscan nuevos modos de proteger los edificios. Vale aclarar que cuando hablamos de humedad, no es solo paredes manchadas, sino que el agua salada corroe los ladrillos y sus aglutinantes, haciendo que con el tiempo se desprendan.

Pero lo más grave es que poco a poco la ciudad se está sumergiendo. Varios motivos se conjugan para generar esta situación. Entre ellos el hecho que las maderas que forman la base poco a poco se van sumergiendo, y cualquier mínima subida del nivel del océano hace que la ciudad quede bajo el agua y sufra el fenómeno denominado Acqua Alta. 

Este problema es tan grave que casi toda la ciudad puede quedar sumergida por varias horas. 



Actualmente suele ocurrir unas sesenta veces al año, y en 1966 ocurrió la subida más grave donde un 96% del territorio quedó bajo el agua. Siendo la del año 2019 también muy grave, y la peor de los últimos cincuenta años. A pesar de que hay diversos proyectos para intentar solucionar el problema, aún no hay nada que termine con este inconveniente natural.

Si bien con el paso del tiempo, como a la mayoría de los imperios y estados del mundo les sucedió, Venecia fue perdiendo el poder que había sabido conquistar y se tuvo que adaptar a los cambios geopolíticos para ser una ciudad más de la República de Italia. Aún así, no es solo una mas, ya que en cada rincón de la ciudad puede encontrarse el legado de sus épocas de gloria.

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