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Copenhague en 2 días: guía completa [Dinamarca]

Los canales, las innumerables bicicletas, la Sirenita, los Vikingos, … mucho se sabe sobre esta magnífica ciudad sin embargo Copenhague tiene muchísimo más para ofrecer. Además su dimensión contenida la hacen un perfecto destino para unos días de vacaciones con los amigos o un romántico fin de semana con su media naranja.

¿Cuántos días se necesitan para visitar Copenhague? Dos días son suficientes para visitar la ciudad sin detenerse en los museos y visitando a pie la ciuadad. Si viajan con niñes o con personas de edad más avanzada o son unos foodies y quieren comer 7 veces al día (los entendemos), añaden un día más para el centro de la ciuadad. Desde Copenhague, se puede viajar a muchos otros lugares del país para recorrer así que tengan en cuenta esto también.

Si son los que prefieren las cosas resumidas, tienen que leer esta nota sobre los lugares imprescindibles de Copenhague. Pero ahora ya basta de charlas y empezamos a recorrer:


Empiezan al norte, en el parque de Kastellet. Kastellet es una ciudadela construida en forma de estrella. Se construyó en 1600 por voluntad del rey Cristián IV para defender la entrada a la ciudad a través del mar. Hoy en día es aún usada por los militares daneses aunque se puede visitar libremente. Es una de las fortalezas mejor conservadas de Europa. Kastellet era y es un proprio barrio, ustedes podrán pasear entre las hileras de edificios pintados de rojo donde dormían los soldados. En vez, la casa del comandante es la de amarillo. Además se encuentra un molino a viento para que se pudiera producir harina en caso de asedio, una iglesia, conectada a las prisiones para permitir a los detenidos de asistir a la misa también. Hay también dos museos y se puede asistir al cambio de la guardia que toma lugar cada día al mediodía.


En la parte este del Kastellet, se encuentra el monumento símbolo de la ciudad o sea la famosa estatua de la Sirenita. La estatua fue erigida en 1913 por el escultor Edvard Eriksen. La estatua fue un regalo a la ciudad de Copenhague por parte del cervecero Carl Jacobsen. Jacobsen había asistido a un espectáculo de ballet inspirado en la historia de la sirenita de Hans Christian Andersen y quedó enamorado de la triste historia así que ordenó y pagó la realización de la estatua. Para que sepan, la Sirenita tiene como modelo la mujer del escultor. Seguro conocen la historia y si no la conocen, saquen un pañuelo que se la vamos a resumir nosotros: una sirena renuncia a todo por el hombre del cual está enamorada, un príncipe humano. Y cada día nada hasta la superficie para esperar a su amado y justo así esperando su amor, la encontrarán ustedes, sintada por encima de una grande roca.

Siguiendo hasta el sur hacia el centro de la ciudad, se encontrarán con la fuente Gefion. Según la mitología nórdica, Gefion era una diosa quien pidió tierras al rey sueco Gylfi. Éste prometió regalarle la tierra que la diosa podía arar en tan solo una noche. Gefion entonces transformó sus cuatros hijos en bueyes y aró el territorio de Selandia, la isla más grande de Dinamarca y donde se encuentra hoy Copenhague.


Al lado de la fuente se encuentra la iglesia de San Albano, una iglesia anglicana construida para servir a la creciente comunidad inglesa de finales de 1800. En realidad la iglesia no es nada del otro mundo sin embargo se refleja en el canal que pasa alrededor del Kastellet y es una verdadera postal de Copenhague. Y sobre todo a nosotros nos acordó la historia de San Albano que por cierto pueden descubrir acá.

Si bajan por Amaliegade, llegarán al Palacio de Amalienborg, la residencia real de la monarquía danesa. El palacio en realidad es un conjunto de cuatros edificios idénticos que se encuentran alrededor de la plaza del Palacio de Amalienborg. La estatua ecuestre al medio de la plaza representa al rey Federico V. Pocos saben pero estos edificios no fueron construidos por la casa real sino para las familias de cuatros aristócratas de mitad de 1700. Pero unos años más tarde, en 1794,el antiguo palacio de Chrisansborf fue destruido por un incendio así la familia real se mudo a Amalienborg y acá se quedó hasta el día de hoy. 

Los cuatros edificios tienen el nombre de cuatros monarcas daneses y si bien el aspecto exterior es idéntico, al interior la decoración difiere de un edificio al otro. El palacio de Cristián VII es el palacio para las celebraciones oficiales y los huéspedes (no está siempre abierto al público pero si hay tour guiados). El palacio de Cristain VIII alberga el museo Amalienborg. El palacio de Federico VIII es la residencia oficial del príncipe Federico y de la princesa Mary, futuros monarcas de Dinamarca. Éste palacio no se puede visitar. En fin, el palacio de Cristián IX es la residencia de la reina Margarita II. Tampoco este palacio se puede visitar. Solo pueden ver si la reina está en casa si la bandera de Dinamarca está levantada. Alrededor de los palacios verán unas guardias vestidas de rojo, con pantalones azules y gorro de pelo de oso. Se parecen mucho a las más famosas guardias inglesas. Estos guardias cambian cada tres horas sin embargo intenten encontrarse en la plaza al mediodía para asistir al cambio completo de la guardia, con marcha de las guardias y banda tocando.

Saliendo de la plaza por la calle indicada por el caballo de la estatua, verán una gran cúpula de cobre. Es la Iglesia de Fredericks, mejor conocida como la Iglesia de Mármol. Dato curioso: la iglesia se conoce así pero no verán nada de mármol en sus decoraciones, ni exterior ni interior. ¿Y esto cómo es posible? Bueno, para ver lo que pinta el mármol en esta iglesia tenemos que hacer referencia al plan original aprobado por el rey Federico V a mitad de 1700. Este preveía que la iglesia fuera efectivamente decorada en mármol, pero después de la muerte del arquitecto, la construcción tuvo que pararse por más de 100 años. Esto produjo que la parte del templo que ya estaba levantada, cayera en ruinas. Las ruinas finalmente se vendieron a un privado con la condición que la iglesia terminara de ser construida según el plan original. Desafortunadamente, el presupuesto no era el mismo del siglo anterior. Entonces para terminar la construcción, casi un siglo y medio después de su inicio, el mármol se convirtió en enormes bloques de caliza. No obstante este cambio bastante importante en el proyecto original, el nombre de Iglesia de Mármol quedó y aún hoy es el nombre con el que se conoce aunque, como dijimos, no hay mármol en sus decoraciones. Durante los meses de verano, a las 13:00 de cada día, se puede subir a la cúpula de la cual se puede gozar de una vista increíble de la ciudad.

Regresen ahora a la plaza y sigan hacia el sur, hacia el Nyhavn. El nombre se puede traducir como el Puerto Nuevo. Este área es en realidad el antiguo puerto de Copenhague. Esta área fue construida por el rey Cristián V en el siglo XVII y por muchos siglos fue una zona donde se llevaban a cabo los asuntos turbios de la ciudad. Imaginense que eran principalmente marineros, borrachos y prostitutas, la gente que frecuentaba este lugar. Ahora las cosas son diferentes y la zona es de las más turísticas y representativas de Copenhague. Las fachadas de las casas están pintadas con diferentes colores y en la planta baja de los edificios se encuentran restaurantes, bares, y cafés y es el lugar de donde parten las excursiones turísticas en barco. 

Hans Christian Andersen vivió en este lugar por casi 30 años, primero al número 67 y después al número 20.

Si caminan hasta el final del puerto, pueden cruzar un puente peatonal hasta su próximo destino, la ciudad libre de Christiania. Es difícil definir esta ciudad dentro de la ciudad ya que muchas personas la etiquetan como peligrosa o como barrio de evitar. Personalmente no me sentí ni amenazada ni insegura en andar por el barrio, suficiente con seguir unas normas básicas para no tener problemas. Pero antes, abrimos un paréntesis histórico para entender el porqué de la existencia de esta ciudad dentro de Copenhague. Christiania es una antigua base militar que estuvo abandonada hasta el año 1971, cuando un grupo de hippies tomó el control del área y se mudó a vivir allí. Con el paso de las décadas, la comunidad se fue agrandando y tomó más y más poder hasta que hoy tiene su propias leyes independientes de las del gobierno danés, una bandera y una moneda propia, el Løn (aunque la corona danesa se acepta igualmente). Hoy en día alrededor de mil personas viven en Christiania.


Para los visitantes hay tres reglas fundamentales. Las verán escritas en las dos puertas de entrada a la comunidad: 1) divertirse; 2) no correr ya que si alguien corre se presume que haya algo de peligro y esto genera pánico; 3) no hacer fotos en Pusher street, una de las calles principales.

En efecto, en el barrio llamado distrito a luces verdes, hasta 2004 se podía comprar hash. Se entiende el porqué no se podía sacar fotos en este lugar. Si bien se votó para eliminar el comercio de hash, se sigue vendiendo cannabis aunque esta droga es ilegal de consumir en Dinamarca. Por esta razón, las fotos aún están prohibidas. Para saber más, lean esta nota acá. Hay unas reglas más que verán escritas en las paredes de los edificios como la prohibición de robar, hacer uso de drogas pesantes, vestir chalecos antibalas entre otras.

No obstante lo que muchos creen, Christiania es parcialmente auto gobernada, y paga las tasas al estado de Dinamarca.

Aparte la famosa Pusher Steet, en el resto de la ciudad se pueden sacar fotos aunque siempre respetando la privacidad de los habitantes que viven en allá. Muchos de los edificios están decorados con graffitis de muchos colores, las casas también están decoradas por sus habitantes. En las otras calles se pueden comprar souvenirs como en cualquier otro lugar turístico más y hay bares, restaurantes y galerías de arte, clase de yoga y tienda de bicicletas. Sobre todo de las famosas bicicletas de Christiania, las bicicletas que tienen un carrito adelante, las verán seguramente dando vueltas por Copenhague. 


Cuando terminaron sus compras por Christiania (no vamos a juzgarlos por sus compras), pueden salir por una de las entradas más al sur y bajar por Prinsessegade. A su derecha, si levantan la cabeza, ya verán cual es su próximo destino: la Iglesia de Nuestro Salvador con su característico pináculo en forma de abrebotella. Son “solo” 400 escalones para subir hasta la punta de la espiral, a 90 metros de altura. Sin embargo, si sufren de vértigo, tengan cuidado ya que los últimos 150 escalones están por fuera de la torre, con un vertiginoso belvedere. En la sumidad de la espiral se encuentra una estatua del Salvador, la cual da el nombre a la iglesia, muchas veces considerada la estatua más fea de Copenhague. 

Den la vuelta a la izquierda por Torvegade y crucen el puente Knippels. A su izquierda verán otra espiral, tal vez aún más impresionante de la que acaban de visitar. Es la torre de lo que era el edificio de la Bolsa de Copenhague y que es hoy la Cámara de Comercio danesa. Construida en la primera mitad de 1600, el edificio es famoso por su torre de 56 metros, unos de los mejores ejemplos del Renacimiento flamenco en Dinamarca. Es muy peculiar porqué su forma se debe a las colas enlazadas de cuatros dragones. Y nada, ya de por sí merece que paseando por allí adelante, levanten la vista para admirarla.


Si siguen un poco más, por la misma calle, a su izquierda se encontrarán con el palacio de Christiansborg. Este palacio es la sede del parlamento danés, del primer ministro y de la corte suprema del país. Es el único edificio del mundo que reúne los tres poderes en un solo edificio. Además, alberga algunas salas de representación de la monarquía danesa, como las habitaciones de recepción real. En estas salas, la reina acoge a los visitantes internacionales, organiza banquetes de gala y otros eventos oficiales más. En el mismo palacio se encuentran también la Capilla y las escuderías reales. Si visitan el edificio por la mañana y tienen suerte, podrían asistir a un entrenamiento de caballos reales en la gran corte delante del palacio. Si bien el palacio es relativamente reciente - remonta a 1928- en este lugar se gobernó Dinamarca por muchos siglos más. Siempre en este lugar dos otros edificios con el mismo nombre fueron construidos y, desafortunadamente, destruidos por un incendio respectivamente en 1794 y en 1884. 


Mientras que una de las alas del edificio está ocupada por las salas reales, la otra se encuentra ocupada por el parlamento. Se puede visitar el parlamento simplemente asistiendo a sesiones abiertas al público. Además la seguridad de las sesiones es muy amable y siempre están disponibles para contar un poco más de la historia de Copenhague. ¡Totalmente recomendado!

Por la puerta principal de entrada al edificio se puede subir a la torre de la cual se goza de un increíble vista de los alrededores. La mitad de la subida es por ascensor así que tampoco es mucho el esfuerzo, solo tienen que subir unos escalones al final. La torre fue cerrada por años al público y usada como almacén para materiales varios hasta que fue remodelada y recién abierta en 2014. De la torre, dijimos, se goza de una increíble vista a 360 grados del centro de Copenhague y bien merece subir también porque no es muy conocida aún como destino y no hay cola ni muchos visitantes, además de ser gratuita

Creemos que es ahora tiempo de sentarse un rato a merendar y descansar los pies. Les aconsejamos llegar a los Jardines de la Librería Real. Solo tienen que ir andando 3 minutos a la derecha del palacio. Los jardines están un poco escondidos y por esto es un lugar muy tranquilo, sin mucha gente pero con muchos árboles, flores, bancos para sentarse y una fuente central.

Cuando estén lo suficientemente descansados para seguir con este tour de force…ehm ehm.. tour de Copenhague, regresen a la calle Tøjhusgade, crucen el puente y sigan hasta la avenida Hans Christian Andersen. Dando vuelta a la derecha, en la cuadra siguiente a la que salieron, se encuentran los Jardines Tivoli. Estos no son jardines normales sino son un parque de diversión. Cuando fueron inaugurados se encontraban en las afueras de la ciudad sin embargo ahora son parte del centro de esta. Es uno de los parques de diversión más antiguos del mundo ya que abrió en 1843. Hans Christian Andersen tomó inspiración en los jardines para algunas de sus obras. Y se dice que Walt Disney tomó ideas por su parque de diversión después de su visita acá. Si deciden entrar al parque, no pasen de dar una vuelta en la montaña rusa de madera, que remonta al 1914 y es una de las pocas en el mundo que aún tiene un guardafrenos en cada carro. El parque se caracteriza por una rica vegetación, pavos reales libres y unas arquitecturas fantasiosas.

En frente a los Jardines Tivoli se encuentra el Palacio del Ayuntamiento. A su lado se encuentra la estatua (o mejor dicho, una de la) estatua(s) de Hans Christian Andersen. La avenida por donde vinieron también está intitulada a lo que se considera el autor más conocido de Dinamarca

A la derecha de la plaza se abre la calle Strøget, la calle de las compras de Copenhague. A nosotros no nos importan mucho las compras (a menos que no sean de comidas típicas o de libros o de juegos de mesa), pero sí, nos fascinaron los edificios de esta calle peatonal, entre las más largas de Europa (más de un kilómetro!). De hecho con el nombre Strøget se entienden también las calles cercanas y no son solo tiendas las que se ven en los palacios típicos daneses de la calles sino también cafés y restaurantes interesantes y obviamente lugares que cuentan más historias de la ciudad. Así que nuestro consejo es de perderse por las callecitas y disfrutar de la atmósfera que Copenhague tiene para ofrecer. Les aseguramos que van a poder ver todos ya que el área no es muy grande. Por ejemplo, pasarán por Plaza Højbro, donde se encuentra la estatua del arzobispo Absalon, nada menos que el fundador de Copenhague. Después verán la Fuente de las Cigüeñas, muy fácil de reconocer ya que la fuente está decorada con las estatuas de tres cigüeñas que están por tomar vuelo. Seguro pasarán por la Plaza Kongens Nytorv con su teatro y la estatua real y ecuestre más antigua del Copenhaguen. Por toda esta área verán artistas callejeros, malabaristas, músicos y los que intentan sacar dinero a los turistas con el juego de las bolitas abajo uno de los tres vasos (por favor, que no sean ustedes).

Agarren ahora por Fiolstraede se encontraron con la Catedral de la ciudad. En realidad es un edificio bastante reciente ya que surgió en el lugar donde sus tres predecesores surgieron y fueron destruidos. Si, leyeron bien, la actual catedral es el cuarto edificio que se construyó en este lugar para servir de Catedral a la ciudad. Esto después que las primeras 3 iglesias fueron destruidas. La primera remontaba a 1200 pero fue destruida en un incendio, la segunda fue dañada irreparablemente durante el incendio de Copenhague de 1728, y la tercera, del año 1738, fue también destruida por un incendio procurado por un bombardeo. La actual se terminó de construir en 1829. Se construyó en estilo neoclásico ya que el plano de hacerla como la de antes quedó descartado por los costos muy altos que Dinamarca, la cual acababa de salir de las guerras napoleónicas, no podía sostener

Tomen ahora la calle detrás de la catedral, Store Kannikestraede, hasta que se encuentren adelante con la Torre Redonda. Este observatorio astronómico construido por el rey Cristián IV es más famoso por su escalera helicoidal que da 7 vueltas y media alrededor de sí misma hasta llegar a la terraza. La terraza ofrece un impresionante panorama de la ciudad desde 35 metros de altura.

Saliendo de la Torre, pueden girar a la derecha por Købmagergade y sigan manteniendo la misma dirección por Kultorvet y Frederiksberggade. Llegarán al mercado Torvehallerne, el mercado más famoso de la ciudad. Como se puede imaginar, van a encontrar puestos de comida y tiendas que venden comida típica danesa, fruta, verdura, pescado y todo lo que se puede trovar en los mercados típicos de cualquier ciudad. Tengo que admitir que no me impresionó mucho este particular mercado, aunque sea una apasionada de los mercados, por el semplice hecho de que es muy recién (abrió en 2011) así que no se esperen encontrarse con un mercado tradicional antiguo

Cuando salgan del mercado, agarren derecho por Linné Gade, den una vuelta a la derecha por Gothersgade y a la izquierda por Øster Voldgade. A su derecha se encuentran con la entrada al Palacio de Rosenborg. El palacio fue construido por el rey Cristián IV durante el siglo XVII en estilo Renacimiento flamenco. Se pueden visitar los apartamentos de la realeza danesa que vivió en este palacio hasta el año 1710. Y es en este palacio que se conservan también las joyas de la corona danesa, custodiadas acá por los guardias daneses. Estos son los mismos guardias que cada día a las 11.30 de la mañana empiezan de este palacio su recorrido hasta el palacio de Amalienborg para el cambio de la guardia del mediodía.

No solo pueden visitar el interior del palacio sino también los jardines (llamados los Jardines del Rey) merecen ser descubiertos. Construidos siempre por el rey Cristián IV, representa hoy en día los jardínes más antiguos de Copenhague y también los más famosos. En ellos se encuentran unos floreros de flores mixtas considerados de los más largos de Europa. Y entre las varias estatuas que decoran los caminos del parque, se encuentra… otra de Hans Christian Andersen.

Y a propósito de Hans Christian Andersen, si cruzan Los Lagos hacia el norte y entran en el Cementerio de Assistens, se encontrarán con su tumba. Si bien está un poco escondida, es fácil de encontrar ya que está señalada por carteles. Adelante la lápida, los visitantes suelen dejar lápices para homenajear al gran escritor danés.

Termina así nuestro recorrido de Copenhague, espero les haya gustado y no se hayan cansado mucho. Son muchos los kilómetros que van a caminar pero les aseguramos que el esfuerzo merece la pena. Ahora, que terminaron su tour, pueden buscar un restaurante o un bar donde descansar delante de una buena bebida fría y de un smørrebrød, el plato más típico de Dinamarca. Tak for din opmærksomhed!

En Copenhague la gente se suele mover en bicicleta


Escrito por la Tana Laura 

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