Multas de la policia caminera de Entre Rios ¿Forma de prevención o de recaudación?
Generalmente
los comentarios que realizo de los lugares que visito, suelen ser
positivos. Ya que mi intención con este blog, es poder dar consejos
y contar mis experiencia, recomendar lugares, e incentivar a otros a
que viajen. Hoy voy a hacer una excepción.
Aproximadamente
tres meses atrás, con mi papa, mi cuñado, y
algunos amigos suyos, realizamos un viaje de fin de semana a
Gualeguay, Entre Ríos. La verdad disfrutamos salir un poco de
Buenos Aires, y poder estar unos días en un camping frente al río, algo normal para romper la rutina.
Pero de lo que quiero hablar es de la policía caminera
Entrerriana.
Son
muchas las veces que viajamos a esta provincia, por lo tanto ya
conocíamos que allá suelen ser estrictos con los controles
vehículares. Estoy de acuerdo con que estos se
realicen, ya sea tanto de velocidad, documentación, e incluso de
accesorios como matafuegos o balizas, pero siempre y cuando esto sea
como medida de prevención, y no solo una forma de recaudación de
dinero.
Viajamos
en tres vehículos: un Renault Sandero
aproximadamente modelo 2010, una camioneta Volkswagen Caddy 2000, y
nuestra camioneta, una Mitsubishi L-300 modelo 1983.
Al
cruzar el puente Zárate - Brazo Largo nos detiene un primer control.
Nosotros habíamos levantado a cinco mexicanos que realizaban
autostop, con motivos de sobra, por la cantidad de pasajeros, y falta
de cinturones de seguridad para todos, nos podrían haber realizado una multa.
Aquí reconozco que el policía comprendió nuestro gesto hacia
los jóvenes, omitió la infracción, incluso aconsejando que los
dejemos allí ya que sería más fácil para ellos conseguir un nuevo
auto que los lleve a destino (nosotros nos desviábamos antes y no
había buenos lugares para dejarlos). Hasta acá todo bien.
Lo
curioso se produciría a pocos kilómetros
de Gualeguay, en un control ubicado en el cruce de la ruta 12 y
la 16. Nuevamente nos detendrían a los tres autos. En el caso
nuestro, nos piden los papeles, y nos dejan retirar sin mayores
complicaciones. En cambio, al auto de mi cuñado, y al de su amigo
(así como a todos los que venían detrás) le pidieron documentos,
balizas, matafuegos, MANTA MORTUORIA... y así podían seguir
hasta encontrar algo fuera de regla. A ambos le encontraron algún
“faltante”, y prosiguieron a realizar una multa. Obviamente,
luego de hacer la clásica obra teatral, terminaron por
pedirles una coima de $550 a cada uno. Ante
esto, comenzamos a sospechar que nosotros nos salvamos simplemente
porque vieron nuestra camioneta vieja y pensaron que no nos iban a
poder sacar ni un peso.
Osea,
hasta el momento, no solo le pidieron cosas no obligatorias, sino
que la policía busco la vía corrupta para resolver la
situación ¿Sirven de prevención estos métodos?. Pero
faltaba algo más. Mientras esperábamos que nuestros compañeros de
viaje solucionen su situación, notamos algo: a absolutamente todos
los vehículos que provenían de la ruta 12, osea, la que conecta con
Buenos Aires, los detenían, en cambio a aquellos provenientes de
otras partes de Entre Ríos, a ninguno. ¿Acaso será casualidad
que solo frenen a aquellos de Buenos Aires, que seguramente están
realizando turismo, les pidan cosas no obligatorias, y no duden en
realizar multa o coimas?.
Hasta
acá podemos decir que quizá, es solo obra de algunos policías
corruptos y nada más, que el gobierno y los funcionarios
provinciales no tienen nada que ver. Pero ayer se produjo un hecho
que por lo menos a mí, me despejo todas las dudas.
Por
la mañana, a modo de regalo de los Reyes Magos, recibimos una carta de la provincia de Entre Ríos,
era una infracción de transito. El monto a pagar, si se realiza
de manera voluntaria es de $1380,80. La infracción fue
emitida el 4 de enero de 2015, y llegó a mi hogar hoy (6 de
enero), el plazo para pago voluntario es hasta el 1 de diciembre
de 2014 ¿raro no?. La misma es por circular a más de 60 km/h
y fue realizada en el kilómetro 160 de la ruta nacional 12.
Conversando con mi cuñado y él a su vez con algunos conocidos,
coincidimos en que no vimos ninguna señalización que indique esa
velocidad. Buscando en Internet, notamos que varios denuncian lo
mismo. Pero claro, si excedimos la velocidad, es legitimo que
paguemos. Lo curioso, irónico, ridículo, e incluso gracioso, es que
señalan que nuestra camioneta, la Mitsubishi vieja modelo '83,
que a duras penas, forzando el motor, llega a una velocidad de 100
kilómetros, paso el radar a ¡133 KILOMETROS! Para que puedan
imaginarse, esta camioneta es muy similar a una Volkswagen Combi,
¿imaginan una Combi viajando a 133 km/h? Incluso, cualquiera
que entienda de estos vehículos, sabe que generalmente es difícil
utilizarlos a una velocidad mayor a 80 km/h.
Osea,
nos realizan una infracción en un lugar que posiblemente no esta
señalizado, el pago voluntario caducó un mes antes de ser
notificados de la infracción, y para colmo, dicen que circulábamos
unos 30 km/h por encima de la velocidad máxima del vehículo. Muchas
casualidades/errores juntos.
Ante
esto decidimos llamar por teléfono para averiguar
como hacer el descargo correspondiente y apelar contra este fallo a nuestro entender injusto. La persona que nos atendió, luego de aclarar
que desconoce de vehículos y las velocidades que desarrollan, nos
indica que para apelar debemos enviar por correo una carta a Gualeguaichú (si, una carta en pleno siglo XXI, y con la existencia de Internet y el ya viejo
fax) indicando los motivos por los cuales consideramos injusta la
multa. A esto se suma, que el plazo para realizar la presentación es
de cinco días desde recibida la multa. ¿Acaso es posible poder
preparar un descargo, enviarlo, y que llegue a destino en menos de
cinco días? Bastante difícil...
Para
no alargar demasiado, y que cada uno saque sus conclusiones, finalizo
diciendo que me parece una gran pena estas irregularidades
realizadas por una provincia, donde últimamente esta creciendo
el turismo y resulta muy provechoso para sus habitantes. Esto en
lugar de fomentar que la gente se acerque a visitar la provincia,
resulta perjudicial para el turismo, por ende la economía de muchos de sus habitantes. El único objetivo de este
manejo termina siendo solo recaudar, abusándose de aquellos que
visitan la provincia, generando un mal momento en quienes viajan, e
incluso luego de quitarle a alguien $550 con la coima, hasta pueden
arruinarle el viaje, obligando a cancelarlo y tener que regresar a casa.
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