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Mercados de Barcelona.

Sant Josep

Entre tantas actividades que ofrece la ciudad, sin dudas, un infaltable a la hora de visitar Barcelona es visitar sus mercados. El más importante es Sant Josep, más conocido como “La Boqueria”


La historia de este mercado es muy curiosa, ya que hasta 1835 en ese lugar funcionaba el convento de Sant Josep (San José). Pero ese año una gran revuelta contra la iglesia ocurrida en las comunidades de Cataluña y Aragón, hizo que este y muchos otros edificios religiosos de la ciudad sean destruidos. 

El municipio decidió montar allí una plaza, y poco tiempo después autorizó a los vendedores ambulantes de la zona para colocarse en ella temporalmente. Posteriormente se decidió que la plaza podía ser utilizada como emplazamiento definitivo para los comerciantes. Para ello en 1840 se inició a construir un techo que proteja a vendedores y consumidores de la lluvia. Este año es el que se considera la fundación de La Boqueria ya que es cuando puede considerarse al mercado como permanente.






El mercado comenzó vendiendo productos agrícolas, pero con el pasar de los años fue creciendo y ampliando la variedad de alimentos. Hay quienes dicen que en él es posible encontrar lo que se desee, ya que en la actualidad, si bien predominan los productos españoles, la variedad de alimentos se expande fuera de las fronteras del país.

Tanto creció este mercado que terminó convirtiéndose en el más importante de Barcelona. Actualmente son 240 los puestos y más de cincuenta mil los clientes que lo visitan diariamente. Entre ellos, muchos restaurantes importantes de la ciudad realizan sus compras en él.

Cabe destacar que si bien siempre existieron restaurantes o puestos de venta de comidas elaboradas, en los últimos años la masificación de La Boqueria como atractivo turístico hizo que cada vez sean más los negocios que ofrecen productos preparados para venderle al visitante que quiera degustar.






La Boqueria se convirtió en un emblema de la ciudad, y no es para menos esta distinción, ya que realmente la calidad de los productos que se comercializan allí es notable. Pero esto, más su cercanía a la Rambla, hizo que sea cada vez mayor la cantidad de turistas en él y se encuentre repleto de visitantes durante todo el día. Por el prestigio del lugar y la masificación de turistas obviamente los precios se elevan un poco, y también, si bien la esencia del mercado sigue estando, el aspecto de mercado barrial es imposible de percibir.

Santa Caterina

Es por ello que si deseamos visitar un mercado donde aún es posible ver la cultura catalana y a los vecinos del barrio realizando sus compras diarias, el lugar a visitar es el Mercado de Santa Caterina.

Éste nació de un modo similar a La Boqueria, con la diferencia que Santa Caterina sería una consecuencia del otro, ya que ante la destrucción del monasterio de Santa Caterina ocurrida durante los Bullanges de 1835 (Nombre con el que denomina a esa revuelta anticlerical), el gobierno decidió imitar el ejemplo de Sant Josep y montar otros mercados en distintos puntos de la ciudad para ayudar a los habitantes de Barcelona.

En su interior prima la tranquilidad y la posibilidad de poder caminar sin el abarrotamiento de gente de La Boqueria. En él escucharemos hablar en Catalán a los vecinos del barrio que realizan sus compras y difícilmente veremos carteles “ayuda turistas”  en inglés. También aquí tendremos la posibilidad de degustar alimentos típicos como el jamón, fiambres en general, ostras, etc. por un precio más accesible que en La Boqueria.

Finalmente, un aspecto a destacar es su arquitectura modernista, principalmente su colorido techo, que puede verse desde el suelo, pero fue diseñado para lucirse visto desde el aire. Basta con buscarlo en el Google Maps para comprobar cómo se distingue de los edificios que lo rodean.






Mercado del Born

En este caso, en el mercado del Born no encontraremos productos alimenticios, sino que este espacio se autodenomina un “mercado de cultura”. Y actualmente es más fácil identificarlo con el nombre de Centro Cultural El Born.

Este centro cultural es muy reconocido en Barcelona, y probablemente quien haya estado en la ciudad lo conozca al menos de nombre. En su interior se preservan los restos arqueológicos de un barrio medieval de Barcelona denominado La Ribera, del cual un importante sector que incluye los restos ubicados en el interior del Centro Cultural, fue derribado en 1714 por órdenes del rey Felipe V.

Pero este gran edificio de hierro (el primero de su estilo en Barcelona) nació en 1876 para albergar al mercado del barrio. Así funcionó hasta 1920 cuando lo convirtieron en un mercado central mayorista de frutas y verduras. En 1971 dejaría de cumplir esta función y fue considerada la posibilidad de derribarlo. Finalmente esto no ocurrió y luego de varias décadas analizando proyectos para su uso futuro, en el año 2003 se decidió convertirlo en centro cultural, y en 2013 fue inaugurado.






Consejos viajeros

Si se encuentran interesados por la gastronomía, la Boqueria es un lugar que más allá de su alto nivel de turistas, no se puede dejar de visitar. Pero si deseamos probar los productos clásicos regionales y nacionales a un mejor precio, es mejor ir a comprar a Santa Caterina. 

En los mercados y tiendas de fiambres de la ciudad suelen vender conos con trozos de jamón, por ejemplo Pata Negra, Ibérico, etcétera. Si deseamos probar pero nuestro presupuesto es limitado, en Santa Caterina los restos pequeños que sobran de los cortes que realizan suelen conservarlos separados y venderlos al peso. Estos son vendidos a un precio que puede llegar incluso a la mitad del valor del mismo producto si lo compramos recién cortado de la pieza de jamón. Tal vez puede contener más restos de grasa, pero estaríamos degustando mismo producto y sin gastar demasiado dinero. 


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