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Tras las huellas de Drácula. Parte I: Brasov

Abandonamos Suceava, en el norte de Rumania para empezar a encaminarnos tras las huellas del personaje más famoso de Rumania: No es el ex dictador Nicolae Ceaușescu, ni Gheoghe Hagi, el “Maradona de los Cárpatos”, sino (obviamente) el Conde Drácula.


Para ello, como la asociación más fácil con esta figura mito/realidad es relacionarlo con la región histórica de Transilvania, nos dirigimos hacia allí. La ciudad elegida como punto de partida fue Brasov (o brashov, cómo deberíamos pronunciarlo, o brayov si somos de Buenos Aires) ya que es la puerta de entrada a Transilvania por el sureste. Es una parada casi obligatoria para aquellos que vayan tras las huellas del conde porque es la ciudad más cercana a Bran, el primer castillo que se asocia con él.

El viaje

La ciudad se encuentra en un valle (Valle de Brasov), y nació como una fortaleza. Su estratégica ubicación defensiva nos va quedando clara aún estando a más de 300 kilómetros de distancia. Esto se debe a que a pesar que estábamos en el norte de país, y Brasov, en el centro (casi en línea recta al sur de Suceava, ciudad donde nos encontrábamos) no hay un tren que conecte ambos lugares de manera directa. La principal razón son los Montes Cárpatos, que forman una barrera natural y separan Transilvania del resto del país. Por ello tuvimos que atravesar Rumania de norte a sur, llegar a la capital Bucarest, y de allí aprovechar el camino que se abre entre las montañas para poder ingresar en Transilvania. 

Con un poco más de tiempo, una parada casi obligatoria habría sido la ciudad de Sinaia, ubicada a mitad de camino de Bucarest a Brasov. Allí se encuentra el Castillo de Peles, ex residencia de la extinta monarquía Rumana, y el primer castillo de Europa en contar con ascensor y electricidad. 

Del viaje no podemos quejarnos. Implicó el doble de kilómetros (y horas) pero al viajar de noche en trenes con camas, aprovechamos contar con más horas para dormir.

Transilvania

La muralla natural que para Transilvania representan los Cárpatos, hará que la región a lo largo de su historia posea una clara independencia del resto de Rumania. Su ubicación geográfica la pondrá en una zona compleja en el plano político y económico europeo. Esto es porque se tiende a ubicarla como parte de Europa central, y no en “Europa del Este” como al resto de Rumania.

Históricamente esto será importante, ya que al estar en la frontera de dos zonas con desarrollos históricos, culturales y políticos distintos, Transilvania pasó por manos de Hungría, Austria (y el imperio Austrohungaro) y Rumania, pero también supo mantener su autonomía, al punto que durante los siglos XVI y XVIII fue un principado independiente.

Hasta principios de 1900 la región formaba parte del reino de Hungría, que a su vez había poblado estas tierras con colonos alemanes. Por ello Brasov y Transilvania tienen una influencia cultural distinta al resto de Rumania. Tal vez esto no pueda verse demasiado en las personas, ya que actualmente la mayoría de sus pobladores son de raíces rumanas, pero los legados arquitectónicos muestran la influencia sajona. 

Este pase de manos va a hacer que Brasov, luego de ser anexada a Rumania y a la Unión Soviética, en 1950 cambie su nombre radicalmente para pasar a ser “Orașul Stalin” o “Ciudad Stalin”, en homenaje a quien fue gobernante soviético hasta principios de esos años. Si traducimos el nombre del ruso, el mismo sería “Stalingrad”, aunque nada tiene que ver con el lugar donde se produjo la famosa batalla entre soviéticos y alemanes.

No fue mucho el tiempo que le duró este nombre, ya que con la muerte de Stalin en 1953, comenzó un proceso de “desestalinización” en toda la Unión Soviética, y para 1960 la ciudad ya tenía nuevamente su nombre original.

La ciudad es tambien conocida como "Corona". Este nombre y la explicación del significado del escudo merecerían un articulo aparte.

Empezando a recorrer la ciudad

Llegamos a Brasov sin demasiadas expectativas, ya que solo la utilizaríamos de base para dirigirnos a Bran (para saber más de este lugar esperar la parte 2 o ansiosos googlear).

Aún así el panorama pintaba alentador ya que muchos la consideran la ciudad más bonita de Rumania. De paso veríamos la calle más angosta de Europa del Este y una iglesia negra, entre otros sitios interesantes.

Empezamos a recorrer la ciudad, y lo primero que observamos fue el monte Tampa, el cual exhibe un letrero de “Brasov” al mejor estilo Hollywoodense. Casi no hay punto en la ciudad donde no se lo vea, y en la oscuridad de la noche las seis letras actúan de faro para los transeúntes. Tal vez lo más destacable es que se puede subir al monte para tener una excelente panorámica de la Brasov. Para ello, se puede optar hacerlo a pie, o en un teleférico de la década de los ´70, que con su publicidad de “Coca Cola”, se parece más bien a las viejas heladeras de aquella marca luego de ser restaurada.




Posteriormente hubo un intento de visitar la oficina de información turística. Aunque un cartel en la puerta indicaba que solo abre los lunes 10 am, y para nuestra desgracia era martes. La idea de esperar una semana para que nos reciban no se nos pasó por la cabeza.

De allí nos dirigimos a la Puerta Caterina, única que se conserva de la época medieval, cuando toda la ciudad se encontraba rodeada de murallas. Los chapiteles de la torre hacen que parezca salida de un cuento de hadas, y con esto podemos imaginar el esplendor de la ciudad algunos siglos atrás. Muy cerca, y bastante escondida, encontramos la sinagoga de Brasov, que lamentablemente estaba cerrada pero valió la pena al menos ver su exterior. 




Una decepción inicial

A metros de la sinagoga aparece uno de los lugares que buscábamos: la estrecha calle Sforii. Motivados por el placer y la alegría de estar viajando, un par de fotos no están de más. No obstante notamos que si bien es una calle angosta, y puede que efectivamente ostente el récord en Europa oriental, la realidad es que más de un casco medieval de la “parte oeste” del continente tiene callejuelas similares a Sforii (centímetros más, o menos, difícilmente los percibamos a simple vista). 




Si bien la calle más angosta no termina de ser algo espectacular, lo que sí fue una leve decepción es la iglesia negra. Esta debe su nombre a un incendio que oscureció sus paredes. Pero la realidad es que actualmente, luego de varias restauraciones, su color es gris. Tal vez esta mejor valorarla por ser el edificio gótico más grande Rumania, y no tanto por un nombre poco fiel a la actualidad. Algo similar ocurre con la “Torre Negra”, en el monte Tampa.



La ciudad más bonita

Esta decepción sirvió de puntapié para empezar a pensar y comprender porque algunos consideran a Brasov la ciudad más bonita de Rumania. Si valoramos una ciudad por su cantidad/calidad de atractivos, tal vez sea decepcionante encontrarse con que los lugares más promocionados se encuentran un poco sobrevalorados. Aunque tal vez el problema sea justamente en que nosotros valoremos una ciudad solo por esto.

En Brasov basta dejar de buscar para poder encontrar la belleza.  Tiene algo, difícil de explicar con palabras, que hace que a aún si terminamos el viaje sin saber exactamente que nos gusto de la ciudad, si alguien nos pregunta ¿Es verdad que Brasov es la ciudad más bonita de Rumania?, la respuesta posiblemente sea: Tal vez...¿por que no?

Relajarse en la plaza Sfatului, viendo el cartel de Hollywood Brasov y tomando un helado, es la mejor experiencia. Caminar por sus calles de coloridas casas, ver una escultura de cubos Rubik (aunque era temporal y ya no debe estar más), o simplemente disfrutar de la ciudad como un lugar donde relajarse.






Aún así, si lo que buscas es un resumen de qué hacer y visitar en la ciudad, abajo los detalles.

¿Qué visitar en Brasov?

Strada Sforii, la calle más angosta de Europa del este. 

Esta calle tiene 50 metros de largo y un ancho que varía entre 130 y 111 centímetros en su parte más angosta. Oficialmente está declarada la más angosta de Europa del Este. Dentro, una persona adulta difícilmente pueda extender sus brasos por completo.

Al hablar de calles angostas, es difícil decidir qué incluir en esa categoría y que no. Esto no parece importante, pero la consecuencia de ello será nuestra percepción de Sforii. Esto es porque algunas que ostentan el récord ni siquiera deberían ser consideradas como tal debido que una persona promedio no puede pasar por ella.

El récord lo tiene la calle Spreuerhofstraße en Alemania (no me pidan pronunciarlo). Esta mide entre 31 y 50 centímetros, pero verdaderamente era una salida (muy) de emergencia en caso de incendios. El único motivo para considerarla calle, es que la ciudad oficialmente la considera como tal. Por eso Guinness le reasignó ese galardón a Parliament Street en Exeter, Reino Unido. 

De todas formas, los 110 centímetros de Sforii en su parte más angosta parecen ser una barbaridad comparados con los 55 que tiene Parliament. Aún así, el nombre lo dice claramente: Sforii: La más angosta de Europa del Este.

Por eso, si llegamos a Sforii con la falsa ilusión de quedarnos atascados en el medio por lo estrecha que es, vale advertir que eso no sucederá.


Biserica neagra

Otro de los lugares destacados de Brasov es su iglesia negra. Esta fue construida en 1383, aunque recién fue terminada en 1477. Tomó su nombre luego que en 1689 un incendio dejó sus paredes ennegrecidas. 

Con el paso del tiempo, este apodo quedó tan arraigado que ya nadie parece recordar que originalmente se llamaba Catedral de Santa María. Pero producto de diversas restauraciones, el color que vemos actualmente es un gris, mezclado con algunos ladrillos rojos y blancos usados para reparar las zonas más afectadas. 

Esto posiblemente nos decepcione un poco, aunque para compensar, sepamos que es la construcción gótica más grande de Rumania.

Dicen (y todos repiten) que es la iglesia gótica más grande entre Viena y Estambul. Que significa eso exactamente y qué territorios abarca, ni idea. Creo que el 90% de los que lo postulan tampoco.



Sinagoga

Su fachada de franjas rojas y blancas hacen que merezca la pena caminar los veinte metros que la separan de Sforii y Puerta Caterina. Si tenemos la suerte de entrar, mejor.


Puerta Caterina

Única puerta que sobrevivió de la muralla medieval, y sin dudas la construcción más bonita del cerco defensivo de Brasov. Esta puerta fue construida por el gremio de los sastres, quienes optaron por brindarle el aspecto que podemos observar.


Plaza Stafului y ex ayuntamiento

Visitar Brasov y no pasar al menos una vez por esta plaza o significa que nos la pasamos dentro del hotel, o que nos engañaron y en realidad estuvimos en Rasnov (que también tiene cartel Hollywoodense) y no Brasov.

Destaca en ella el ex ayuntamiento, que ahora funciona como museo histórico del condado de brasov. El cual por la forma del edificio, probablemente si le pondrían una cruz en su cima nadie dudaría que es una iglesia.

Muy cerca se encuentra la iglesia Sfânta Adormire a Maicii Domnului (mejor no traducirlo, queda más impresionante así) con una muy bonita fachada. Aunque en realidad la iglesia se encuentra al fondo del terreno y esa primer construccion bonita no es la del templo.





Calea Republicii

La peatonal de la ciudad. En ella se encuentran las principales tiendas y restaurantes. A pesar de ser la zona más concurrida, la cantidad de gente no es para nada agobiante y vale la pena dar algunos paseos por ella o comer en sus restaurantes, si es que buscamos los lugares para turistas.



Lugares que no visitamos, pero merecen la pena

Cerro Tampa

La experiencia de subir en teleférico al cerro probablemente sea de las mejores actividades para realizar en Brasov. Lamentablemente nosotros no pudimos hacerlo, ya que el principal impedimento es que inicia 9:30 am y a las 17 deja de funcionar. O en el caso de subir a pie, se requiere una hora de ida y otra de vuelta. Por ende, si estamos solo un día en la ciudad, tendremos que hacer todo muy deprisa para poder subir al Tampa y tener tiempo de visitar un poco más de la ciudad antes que oscurezca.

Aún así, ahora que ya pasé por la experiencia, si tendría que volver a visitar la ciudad, iniciaría por subir en teleférico, y destinar el tiempo restante al resto de Brasov.

Precio del teleférico: 16 Lei.


www.euroescapadas.com

Bastión de los tejedores

Esta gran muralla defensiva fue construida en dos etapas entre 1421 y 1573. Si deseamos subir al teleférico, el bastión se encuentra muy cercano y por ende no se nos va a escapar. En cambio, si no vamos a Tampa, por más que se encuentra muy cerca de puerta Catalina, puede que nos olvidemos de visitarlo. Sea como sea, vale la pena acercarse.

Brasovromania.net

Fortaleza de Brasov

Si bien actualmente funciona como restaurante, no está de más visitarla, al menos su exterior.

Se encuentra muy cerca del centro, pero está un poco escondida. Por lo tanto, difícilmente pasemos delante de ella si no vamos con intenciones precisas de verla. 

http://www.business24.ro

Fortalezas cercanas a Brasov

El distrito de Brasov se encuentra lleno de murallas, prácticamente rodean a la ciudad. Algunas de las más destacadas son:

Sinaia - Castillo Peles 

Fue la residencia de verano de la monarquía rumana hasta que dejó de existir en 1947. Lo más destacado es que fue el primer castillo en Europa con electricidad y ascensor.

Rasnov

Si estamos viajando con tiempo merece la pena visitarla. Se encuentra en la cima de una montaña que la separa del resto del pueblo. Esta, a diferencia de otras fortalezas fue pensada como refugio para periodos de tiempo prolongados. Por lo tanto dentro de las murallas hay edificios que se encontraban destinados a viviendas, una iglesia, escuela y demás edificios típicos de una ciudad.

Cetatea (fortaleza) Rupea

Igual que Rasnov se ubica en la cima del pueblo de Rupea. A diferencia de la anterior, esta no poseía un desarrollo urbano en su interior. Si estamos intentando recorrer Rumania en profundidad, y deseamos visitar la mayor cantidad posible de fortalezas o sitios medievales, esta es una buena alternativa ya que el pueblo Rupea se encuentra sobre la ruta que conecta Brasov y Sighisoara.

También puede ser una alternativa a Rasnov si queremos algo menos concurrido. De todas formas Rumanía no es como visitar Italia, Londres o la muralla China, por lo tanto difícilmente se encuentre abarrotada de gente. 


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